La influencia emocional y familiar detrás de „La lengua rota“
La creación literaria muchas veces tiene raíces profundamente personales y emocionales que impulsan la imaginación. Majo Moirón, en su novela „La lengua rota“, nos sumerge en un viaje íntimo y reflexivo sobre la infancia, la comunicación y la reconstrucción de la identidad en medio de una experiencia familiar desafiante.
Uno de los aspectos clave que Moirón destaca es la importancia de revisar, tanto en la vida como en la escritura. En su proceso creativo, encontrar objetos y recuerdos familiares desencadena la necesidad de contar historias y explorar personajes. Este enfoque detallado en los pequeños tesoros cotidianos resalta la belleza de lo ordinario y la riqueza de la memoria que nutre la imaginación.
El impacto del infarto cerebral de la madre de Moirón en su infancia se convierte en el punto focal de „La lengua rota“. La autora explora de manera profunda cómo ese suceso transformó su vida, llevándola a cuestionar la manera en que una niña se adapta a las circunstancias inesperadas y a la ausencia de la figura materna como eje central de su lenguaje y comunicación.
El proceso creativo de la novela no estuvo exento de desafíos y cambios. Moirón revela que durante cinco años luchó por darle forma a su obra, enfrentando cambios significativos en su vida personal que influenciaron su escritura. Este testimonio realza la resiliencia de la autora y muestra cómo la escritura puede convertirse en un refugio en medio de la tormenta.
Una de las decisiones más impactantes de Moirón fue adoptar el punto de vista de una niña en su narrativa. Esta elección provocativa invita a reflexionar sobre la mirada infantil y la complejidad de las emociones y pensamientos que a menudo son incomprendidos en la infancia. La autora desafía las convenciones literarias al sumergirse en la mente de una niña que intenta comprender un mundo desconcertante y cambiante.
„La lengua rota“ no solo es una novela sobre la reconstrucción del lenguaje y la comunicación, sino también una exploración profunda de la intimidad familiar, el paso del tiempo y la lucha por encontrar la propia voz en medio de la adversidad. La obra de Moirón nos invita a reflexionar sobre la importancia de la memoria emotiva y la conexión con nuestras raíces en la construcción de nuestra identidad.